¿Estás oyendo las alarmas de tu cuerpo que se prenden para cuidarte?

Nuestros cuerpos reciben constantemente mensajes sobre nuestro entorno y se adaptan en consecuencia a ello. Algunas señales indican una amenaza más obvia y nos dan alertas más concretas como por ejemplo cuando una infección crónica, o una quemadura de piel y a esas les pones atención de forma casi que inmediata. Pero, hay algunas que quizás no hayas considerado, que te llevan diciendo algo desde hace mucho tiempo y tu las has venido ignorando.

Por ejemplo, ¿ hace cuánto tiempo no duermes bien? O tal vez haces ejercicio sin parar y tienes fatiga crónica? O tienes ese malestar abdominal y hasta el sol de hoy no sabes que realmente está pasando? Y qué me dices de la palabra más usada en los últimos 30 años “estrés”, que nos da de manera constante y lo normalizamos por que es parte del mundo moderno. Cuando el cuerpo siente peligro, reacciona de una manera que trata de mantenernos a salvo y garantizar nuestra mejor oportunidad de supervivencia, pero somos nosotras las que tenemos que oír ese llamado del cuerpo.

El cuerpo al darse cuenta que no le estamos poniendo atención a su alarma, hace todo para regular y conservar liberando niveles adicionales de cortisol antiinflamatorio y libera azúcar en la sangre. Esta respuesta puede ayudar a nuestra supervivencia cuando se usa en respuesta a amenazas inmediatas y de corta duración, pero puede provocar síntomas relacionados con el estrés cuando la amenaza percibida persiste y no nos sentimos seguros.

Nuestros cuerpos han evolucionado (¿o están brillantemente diseñados?) para adaptarse a lo que se necesita y mantener el equilibrio. Sin embargo como hace todo lo posible para mantener ese equilibrio desarrolla una fisiología adaptativa que a la larga son enfermedades crónicas como una adaptación o en respuesta a nuestro entorno.

Creo que los problemas suprarrenales, inmunológicos y tiroideos se desarrollan como un mecanismo adaptativo para protegernos en momentos de peligro percibido. Estas condiciones nos ayudan a sobrevivir, pero para sentirnos lo mejor posible y prosperar, debemos descubrir qué está desencadenando las señales de peligro para poder apagarlas y hacer que nuestros cuerpos entiendan que están a salvo.

La buena noticia es que hay muchas cosas que puedes hacer para que tu cuerpo se sienta seguro, lo que yo llamo enviar "señales de seguridad". A través de los alimentos que comemos (y no comemos), las formas en que actuamos y las estrategias que empleamos para descansar y aumentar la oxitocina (conocida como la "hormona del amor"), podemos eliminar las amenazas percibidas y promover sentimientos de seguridad y calma.

Estas son las cosas que he encontrado que tienen el efecto más profundo para establecer esa sensación de seguridad, dándonos la oportunidad de transformar verdaderamente nuestras glándulas suprarrenales y encontrar la curación.

• Densidad de nutrientes : La falta de micronutrientes y macronutrientes, comer alimentos altamente procesados, tener un déficit calórico crónico y comidas irregulares e inconsistentes pueden indicarle al cuerpo que los alimentos escasean, lo que desencadena nuestra respuesta al estrés y el modo de supervivencia y hace que el cuerpo regule a la baja el metabolismo. Por el contrario, comer alimentos ricos en nutrientes y de alta calidad, comer en horarios regulares y consumir suficientes calorías, le dice al cuerpo que está a salvo y que no tiene que activar sus mecanismos de supervivencia. Usar suplementos específicos para cualquier deficiencia de nutrientes también ayuda mucho.

• Disminución de la inflamación : la mala salud intestinal puede ser una fuente importante de inflamación crónica y es uno de los principales factores estresantes subyacentes al desequilibrio suprarrenal y las afecciones tiroideas autoinmunes. Si eliminas los principales alimentos inflamatorios, consumes cosas como caldo de huesos y las verduras fermentadas, y el usas suplementos específicos como la levadura beneficiosa saccharomyces Boulardii, te garantizo que verás una mejora muy significativa.

• Nivel de azúcar en la sangre equilibrado : los cambios bruscos en el nivel de azúcar en la sangre ejercen presión sobre el cuerpo y contribuyen a la disfunción suprarrenal, que a menudo puede sentirse como fatiga, irritabilidad, ira o ansiedad. Las personas con problemas suprarrenales tienden a tener problemas con la hipoglucemia. Si reduces la ingesta de carbohidratos y te concentras en las proteínas y las grasas saludables en las comidas, veras como tendras mas energia durante el dia y menos cambios de ánimo.

• Hidratación : la deshidratación afecta la producción de ATP, disminuye el flujo de sangre a los músculos y al cerebro, e interrumpe el ciclo del sueño, dejándonos sintiéndonos agotadas, débiles, con la mente nublada e irritables. Para aquellas de nosotras con disfunción suprarrenal e hipotiroidismo a menudo tenemos deficiencia de electrolitos, especialmente sodio. La hidratación adecuada es la clave para la recuperación. :-) Podemos apoyar la hidratación y el equilibrio de electrolitos consumiendo mucha sal de alta calidad, caldo de huesos y un suplemento de electrolitos si es necesario.

• Restablecer el ritmo circadiano : Cuando este ritmo natural se interrumpe, nuestros niveles de energía y sueño se ven profundamente afectados experimentando fatiga durante el día y poca energía en general. Podemos apoyar nuestro ritmo circadiano a través de una exposición estratégica a la luz, asegurándonos de recibir mucha luz solar natural por la mañana y durante el día, y reduciendo la exposición a la luz artificial por la noche.

• Patrones de pensamientos positivos : las investigaciones han demostrado que los pensamientos negativos pueden causar inflamación, lo que puede contribuir al desarrollo de enfermedades autoinmunes, problemas intestinales y trastornos del estado de ánimo. Hacer afirmaciones ayuda a tener una mentalidad positiva y curativa ; también puedes aprender a replantear situaciones desde una perspectiva empoderadora.

• Actividades placenteras : asignar tiempo para el cuidado personal es una forma de asegurarnos de tener la energía y el enfoque para estar presentes en todas las formas. Puede parecer un poco contradictorio, pero dedicar tiempo a nosotros mismos nos permite dar más a los demás. También puede contrarrestar el estrés, lo que beneficiará a nuestras glándulas suprarrenales.Al subir la oxitocina nos aleja del estrés y crea curación. Pasar tiempo con las personas que amamos, pasar tiempo en la naturaleza, la aromaterapia, reír y divertirse son formas de aumentar la oxitocina.

• Muévete como te haga sentir bien : sabemos que el movimiento puede ayudar a sanar nuestro cuerpo, pero en momentos de estrés suprarrenal, el tipo de movimiento incorrecto puede ser perjudicial y, de hecho, profundizar nuestra disfunción suprarrenal. Cambia los entrenamientos que pueden elevar los niveles de cortisol, como el popular “HIIT” o los ejercicios cardiovasculares crónicos, por formas de movimiento más suaves como caminar, pilates y yoga. Cuando tenemos niveles bajos de cortisol y hacemos demasiado ejercicio, nuestros cuerpos pueden recibir el mensaje de que no están seguros y responder manteniendo grasa como provisión.

• Respira más despacio . Tendemos a respirar muy rápido y superficialmente cuando estamos estresadas. Respirar largo y profundamente le indica a nuestro cuerpo que estamos seguras y que podemos cambiarnos a un estado curativo y parasimpático. Simplemente hacer una pausa a lo largo del día para respirar profundamente.

• Crea estrategias saludables para cuando tienes situaciones difíciles : muchas de nosotras tenemos estrategias de afrontamiento poco saludables a las que recurrimos en momentos de estrés o cuando nos sentimos activadas emocionalmente, como comer dulces, beber alcohol, fumar cigarrillos o hacer doom-scrolling en tu teléfono, ¡básicamente, cualquier cosa para distraernos de nuestros sentimientos! Crea nuevas estrategias de afrontamiento que realmente te ayuden a sentirte mejor, en vez de algo que se vuelva un círculo vicioso y nocivo. Puedes decir afirmaciones, salir a caminar, hacerte un masaje, llamar a un amigo, etc.

• Suelta la pesadez que te agobia : muchas de nosotras llevamos la pesadez del resentimiento, las creencias limitantes y el trauma que nos mantiene atrapadas en un estado de lucha o huida y nos impide sanar. Encuentra estrategias para identificar y trabajar con estas creencias para que tu cuerpo pueda encontrar una sensación de seguridad y calma. El perdón, reemplazar el diálogo interno negativo, las creencias limitantes y liberar el trauma, pueden ser algunas.

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