12 químicos alimentarios que debes evitar.
- juanita726
- 18 sept 2023
- 3 Min. de lectura

Como ya has oído, la comida que consumimos hoy en día no es la misma que comíamos antes. Desafortunadamente, encontramos muchos químicos desagradables en todo tipo de alimentos, muchos de los cuales se promocionan como saludables. Debido a que estos químicos están tan extendidos, es difícil evitarlos por completo. Pero incluso si no puedes evitar por completo estas toxinas alimentarias, esta lista te ayudará a saber a qué debes tener cuidado.
Nitratos y nitritos:
Encontrarás estos químicos agregados a la carne fría, el tocino, el salami, las salchichas y otras formas procesadas de carne. Los nitratos y nitritos pueden formar nitrosaminas en el cuerpo, lo que puede causar importantes problemas de salud en el estómago, el esófago, la tiroides y el cerebro.
Bromato de potasio:
Esta sustancia química está en el pan, las tortillas, las galletas saladas y otros productos a base de harina. Aunque el uso de bromato de potasio es (sorprendentemente) legal y está muy extendido en los EE. UU., ha sido prohibido en otros países debido a sus riesgos para la salud, así que revisa si en tu país lo autorizan.
Propilparabeno:
Si tienes debilidad por la repostería (como yo), ¡cuidado! El propilparabeno es un disruptor hormonal que se encuentra en los pasteles y otros productos horneados, incluidas las llamadas “opciones más saludables”, como los pasteles que se venden como dietéticos.
Butilhidroxianisol (BHA):
Uno esperaría que los alimentos comercializados para nuestros niños fueran seguros, ¿verdad? Pues no :( Muchos cereales infantiles populares, como Cap'n Crunch y Apple Jacks, contienen BHA, un aditivo que puede provocar alteraciones hormonales y cambios en el sistema inmunológico. ¡EVÍTALO!
Hidrohidroxitolueno butilado (BHT):
Al igual que su primo químico BHA, el BHT es un aditivo que se encuentra comúnmente en los cereales. Los estudios muestran que la BHT puede dañar la tiroides, el hígado y los pulmones.
Terc-butilhidroquinona (TBHQ):
Este conservante se encuentra en Pop-Tarts, Rice Krispies Treats, Cheez-Its y en más de 1200 alimentos procesados populares. Puede causar estragos en tu sistema inmunológico.
Dióxido de titanio:
Esta sustancia química está PROHIBIDA en toda Europa y gran parte del resto del mundo, y por una buena razón: los estudios muestran que daña el ADN. Esta sustancia química tóxica se encuentra en Skittles, Starburst y miles de otras “golosinas” dulces.
Aceite vegetal bromado (BVO):
BVO es otro aditivo prohibido en Europa que todavía se usa ampliamente en los EE. UU. Encontrarás BVO en refrescos, bebidas de frutas e incluso bebidas "saludables" como Gatorade. BVO se ha relacionado con dolores de cabeza, irritación de la piel, fatiga, pérdida de memoria e incluso trastornos neurológicos graves. Mantente muy, muy lejos de esta basura.
PFAS, también conocidos como “productos químicos para siempre”:
Las PFAS son algunas de las peores de las peores. Una abrumadora investigación ha relacionado las PFAS con una mala salud renal, problemas reproductivos tanto en mujeres como en hombres, inmunidad debilitada, estragos hormonales y mucho más. Los PFAS se utilizan en envases de alimentos y se filtran en los propios alimentos.
Colorantes artificiales:
Los colorantes alimentarios sintéticos como el Rojo 3, el Rojo 40, el Amarillo 5 y el Azul 1 se añaden a miles de alimentos y bebidas. Se han relacionado con dificultades de desarrollo y conducta en los niños.
Edulcorantes artificiales:
Se comercializan como alternativas “más saludables” al azúcar, pero eso es totalmente incorrecto. Los edulcorantes artificiales pueden alterar las hormonas que regulan el metabolismo y tener un efecto negativo en el mantenimiento del peso.
Metales pesados:
Es de esperar que la comida para bebés sea segura y saludable. Pero la triste verdad es que muchas de las marcas de alimentos para bebés más populares están contaminadas con niveles peligrosos de metales pesados, incluidos mercurio, plomo, cadmio y arsénico. Desafortunadamente, nos toca tener mucho cuidado con la comida que compramos a diario, pues no es segura como pensamos. Revisa lo que compras, pues puede que el desequilibrio hormonal que has estado experimentando provenga de allí.
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