Tipos de antojos

Azúcar o chocolate, tal vez ponqués o brownies, pizza de pronto… o un antojo nocturno por algo crujiente como una galleta, o pecaminosamente frío y cremoso, un helado.

A veces, parece que nuestros antojos viven en la complicada intersección entre la biología, el deseo y la locura. Si no lo haces consciente, las cosas pueden complicarse. Nuestros antojos nos enseñan lecciones que profundizan en nuestra alma nutricional…. Estos son 3 tipos de antojos:

Instintivo: El cuerpo anhela instintivamente un alimento que mejora el proceso de cualquier curación, satisface una necesidad nutricional o neutraliza un desequilibrio. ¿Alguna vez has notado que comen los animales cuando están enfermos? Los gatos mastican plantas, los perros pueden comer trozos de madera, lo que si es cierto es que nadie le dice a un animal que coma arcilla, por su alto contenido mineral, que ayudan a neutralizar los venenos y hacen que el pH de la sangre vuelva a la normalidad. Está actuando sobre un proceso instintivo mucho más allá de la razón.

¿Alguna vez has anhelado alimentos cítricos cuando tienes gripa? Es fácil justificar este deseo biológico teniendo en cuenta el contenido de vitamina C de las naranjas o el efecto de limpieza de las frutas en el cuerpo. El fondo aquí: el cuerpo anhela porque el cuerpo sabe.

Dispersivos: Muchos de nosotros anhelamos los alimentos que sospechamos que producirán una reacción adversa, especialmente cuando se consumen en exceso: el azúcar, el alcohol, los alimentos fritos y la comida chatarra son algunos ejemplos obvios. Pero ¿cómo es que podemos anhelar algo beneficioso y dañino a la vez? Si el cuerpo es tan sabio por naturaleza… ¿entonces?

La respuesta está en la naturaleza del anhelo. A través de las muchas dificultades y obstáculos que enfrentamos, nuestros anhelos pueden distorsionarse.

El anhelo de amor puede convertirse en un intento desesperado de obtener la aprobación de los demás, o el anhelo de la realización personal, puede convertirse en una obsesión por acumular dinero y prestigio. El cuerpo también anhela; comida, agua, tacto, sonido y sensualidad, anhela la vitalidad a través de cosas dulces y que estimulen, lo cierto es que el cuerpo es igual de ciego cuando se enfrenta a sustancias poderosas o experiencias que prometen, como cantidades intensas de alcohol, azúcar y más.

Conclusión: así como el corazón puede buscar amor en todos los lugares equivocados, también lo puede hacer el cuerpo; ambos son fácilmente seducibles.

Asociativo: Cuando anhelamos un alimento que tenga una asociación profunda y significativa con nuestro pasado. Ejemplo, muchas personas cuando visitan a sus papas o abuelos, repentinamente anhelan alimentos de su infancia.

Son a menudo los más difíciles de tratar porque no estamos seguros de si son beneficiosos o no. Por ejemplo, los alimentos de nuestra infancia pueden tener un valor nutricional cuestionable, pero comerlos puede ser muy nutritivo. Al rendirnos a tal antojo podemos visitar nuestro pasado y revivir sentimientos que pueden traer su propio momento de curación especial, independientemente de la inferioridad nutricional de los alimentos. El resultado final aquí: la biología y la nostalgia pueden hacer una comida fascinante y casi mística.